El chico termina el bachillerato y no tiene ganas de estudiar nada.
Como el padre es un tipo de pocas pulgas, lo aprieta:
- ¿Ah? ¿No quieres estudiar? Bueno, yo no mantengo vagos, así que vas a trabajar.
El padre, que tiene algunos amigos políticos dada su larga trayectoria, trata de conseguirle un empleo y habla con un amigo:
- Oye, Mel, ¿te acuerdas mi hijo? Bueno, acabó el bachillerato y no quiere estudiar por ahora. Necesitaría un puesto como para que
empiece a trabajar mientras decide si va a seguir una carrera...
El asunto es que haga algo y no vaguee, ¿entiendes? A los tres días llama Mel:
- Oye. Que ya está, he encontrado algo para tu hijo. Asesor del Presidente. Unos 90000 lempiras por mes. Está bien, ¿no?
¡Nooo, Mel! ¡Es una locura! Tiene que comenzar desde abajo.
A los dos días, de nuevo Mel:
- Ya lo tengo. Le conseguí un cargo de Secretario Privado de un Diputado. El sueldo es más modesto, de 50000 lempiras al mes.
- ¡No, Mel! No quiero que la vida se le haga tan fácil de entrada. Quiero que sienta la necesidad de estudiar, ¿me entiendes ? Si gana esa pasta no estudiará nada.
Al otro día:
- Papa, ahora sí, Ayudante del Encargado del Archivo, con algo de informática, claro que el sueldo se va muy abajo ... serían 28000 lempiras ,nada más.
- Pero Mel, ¡por favor!, consigue algo más modesto. Es un niño aún. Algo de 5500 lempiras.
- No tío, eso es muy difícil .
- ¿Por qué?
- Verás ... esos cargos son por oposiciones, se necesita currículum, título universitario, masters ... ¿Me entiendes?
lunes, 3 de agosto de 2009
Titulos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario