miércoles, 30 de septiembre de 2009

Carta a Mel

Querida hijo: Estoy escribiendo lentamente porque yo sé que tú no puedes leer rápido, si recibes esta carta es porque te llegó, si no avísame y te la mando de nuevo. Nosotros no vivimos donde vivíamos cuando tú te fuiste de casa. Tu padre leyó en el periódico que la mayoría de accidentes ocurren dentro de un radio de 30 kilómetros de la casa, por lo que nos mudamos, por cierto si ves a tu hermano decile que venga a la casa, si no lo ves no le digas nada. Yo no puedo enviarte la dirección, debido a que la última familia que vivió aquí tomó el número de la casa cuando se marcharon, para no tener que cambiar su dirección. Este lugar es realmente maravilloso. Aun tiene una máquina lavadora, no estoy segura si funciona bien, hace una semana la llene de ropa, le di a la palanca y desde entonces no he vuelto a ver la ropa. El clima no es muy malo aquí, solo llovió dos veces la última semana; la primera vez llovió por tres días y la segunda vez por cuatro días. La chumpa que tú querías que te enviara, tu tío Pancho dijo que sería un poco pesada para enviarla por correo con los botones; entonces, le cortamos los botones y los metimos en uno de los bolsillos. Recibimos otra cuenta de la funeraria, ellos dicen que si no hacemos el último pago de la lápida de abuela, la levantarán. Ayer tu amigo Cesar Ham cerró su automóvil con las llaves dentro, estuvimos muy preocupadas porque le tomó como dos horas para sacarnos a mí y a la Xiomara de adentro del auto. Tu hija se preño y tuvo un bebé esta mañana, pero aun no sé que sexo es, por lo que no sé si sos una abuela o un abuelo. Si el bebé es una niña, tu hija va a nombrarla como yo; ella la llamará Abuela de Mel. Tu amigo Milton Jimenez cayó en un barril de aguardiente la semana pasada, algunos hombres trataron de sacarlo, pero él se resistió a que lo sacaran hasta que se ahogó; lo cremamos y estuvo ardiendo por tres días. Tres amigos tuyos se cayeron del puente en una camioneta, Eulogio Chavez iba conduciendo, él bajó el cristal de la puerta, escapó por allí y nadó hasta un lugar seguro. Tus otros dos amigos iban atrás, ellos se ahogaron porque no pudieron bajar la puerta trasera de la paila. Ya podemos beber refresco pues los fabricantes tuvieron una gran idea, al fin pusieron ABRIR AQUÍ. Tu burro Palmerolo ha estado persiguiendo a un carro durante toda la semana pero lo raro es que el carro está en el garage. No hay más nuevas noticias en estos tiempos, no ha pasado mucho.
Con amor, Mamá
PD - Iba a enviarte unos dolaritos, pero el sobre ya estaba cerrado

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Hizo bien Lobo en dejar salir a Mel?